Aprovechamos para ver lo que había por debajo, y la colocamos ya en su posición para que desarrollara las raíces en los sitos correctos, y en la dirección correcta.
Lo primero, haciendo pruebas para colocarla correctamente...
Nada más descubrir vimos una parte de madera viva paralela a la curva de lo que sería el tronco del árbol, y que no serviría para el diseño final.
Eso lo tendríamos que eliminar en el siguiente trasplante, seguramente el año que viene. Por lo que vio Juan no tenía demasiadas raíces y había mucha parte seca. Me dijo que no sería mayor problema.
Una vez hechas las pruebas había que anclarla. En el proceso quitamos alguna madera vieja atravesada que debía ser de otra sabina enredada en el momento de la recuperación
Tornillo para anclar en un lado, algún pequeño ajuste más, llenar de sustrato y palillear mucho ( de momento mi mezcla era akadama y pómice 60%-40% ).
Así quedó ya en mi casa unos días después. Protegí un pequeño grupo de raíces ( con musgo esfagno y una malla con alambres que la sujetara )que sobresalían en el interior de la curva antes del trozo de madera que eliminaríamos. Por si acaso sirviera en un futuro.
Es un paso más. Quizá este curso llevemos a cabo un taller de maderas y pueda avanzar con ella en ese aspecto. Todavía le queda mucho, pero es posible que en un par de años esté ya presentable. Yo, muy contento con mi sabina.
Un abrazo a todos
No me extraña que estés contento con tu sabina. Qué buena pinta va teniendo!
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Carlos,todavía le queda camino,pero si promete si.
EliminarUn abrazo
No me importaría alguna vez vivirvla experiencia. De momento a seguir disfrutando con ella!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Pablo