lunes, 20 de octubre de 2014

Tras el taller con Taiga

Una maravilla poder disfrutar de una jornada de bonsái con un maestro de este nivel.
Éramos muy pocos, lo que nos hizo estar muy a gusto. A pesar de eso, el ritmo de trabajo fue muy alto, y al final de la jornada estábamos todos muuuuy cansados, sobre todo Taiga y Juan, que se pegaron una buena paliza.

Yo me sentí, lo comentaba luego con mis compañeros en clase, un poco abrumado por momentos. El bonsái que se respira cuando ves trabajar a gente de este nivel es impresionante, y la verdad es que yo soy un mero aprendiz con pocos conocimientos y quizá se me quedó un poco grande todo, incluido mi árbol ,por el que siento ahora más respeto que antes. Y miedo.

Miedo de no estar a la altura del árbol y de su evolución.

Lo que me consuela es que Juan se dio cuenta de esto y  me dijo que en el curso nos pondríamos las pilas y que aprenderíamos si o si , para , sobre todo, ganar en seguridad y confianza. Además tengo a mi compañero Miguel que tiene las mismas ganas de aprender que yo

Pero bueno, que me enrollo. Fue una gozada: Torsiones imposibles, giros dramáticos, árboles de todos los tamaños y condiciones...Además pudimos conocer bien a un gran maestro japonés, con el que charlamos animadamente de bonsái y de otras muchas cosas. Ya hemos quedado en vernos en la demo de Alcobendas en un par de meses.

Y mi sabinita, quedó pendiente de muchos trabajos, pero este será su camino, y ya apunta maneras...
 
 
Se me olvidaba. Mientras miraba y pensaba en el diseño, Taiga dijo algo que había oído algo en España, sobre este estilo, que va de atrás , hacia adelante, y otra vez atrás. No le salía la palabra. Le dije: cobra?- Eso, eso...
 
Así que además de bautizar un nuevo estilo ( Cobra Style ), ya le hemos puesto nombre a mi árbol ( algo que puede sonar un poco presuntuoso pero que a mi me hace gracia ): La Cobra

 
Seguiré mostrando su evolución en breve. Un saludo a todos
 

viernes, 10 de octubre de 2014

Nueva temporada, nueva adquisición y novedades

Bueno, regreso al blog después de un largo parón.
Aunque no he dejado el bonsái, ni de ver los blogs de los compañeros.
Las clases las he retomado ( qué ganas !) y lo hice con fuerza, porque me decidí a adquirir una sabina yamadori de cierto nivel.
Juan me comentó que sería un proyecto bonito, porque lo haríamos desde cero, con lo cual aprendería mucho y la evolución del árbol en cada fase sería muy interesante de seguir.
Ni que decir tiene que me convenció, asi que aquí estoy, con mi sabina muy ilusionado.

Pido perdón por adelantado por la calidad de las fotos "iPhone". A ver si estas navidades Papá Noel se porta y me regala una réflex, para que entre otras cosas, mejore la calidad del blog.









No he puesto nada al lado para tener una referencia del tamaño del árbol...¡ERROR!

Ayer ya estuve limpiando la madera u poco, aunque le queda bastante

Esta tarde tengo que trabajarlo un poco más para aclarar las ramas así que aprovecharé para hacerle alguna otra foto, porque además la semana que viene tenemos sorpresón: Taller con Taiga Urushibata!!!

Una pasada, la verdad, no me esperaba ver a un maestro de este nivel tan pronto. Aunque he ido a un taller de caducos con David Benavente, me hace especial ilusión estar con un maestro japonés del vivero donde han aprendido tantos maestros europeos, incluido mi profesor.

Por supuesto, le llevaré esta sabina que es lo que tengo de más nivel, y le llevaré mi buergerianum grande para que me aconseje de los injertos, del frente y esas cosillas, pero el caso es escuchar, ver y aprender mucho, estoy deseando.

Así que como veis, empieza la temporada con muchas novedades y mucha fuerza.

Ya iré contando. Un abrazo a todos